
En realidad, en la investigación del evolución humano aparece que, nuestros antepasados son nacidos para consumir vegetales. El cuerpo humano no está disponible para consumir carne. El Dr. G.S. Huntingen lo explicó de esta manera: los intestinos de los carnívoros son todos sin excepción, cortos, además el intestino es en especial recto y liso. En cambio, los intestinos de los herbíboros son largos, esto se debe a que la cantidad de las fibras de la carne es escasa y la cantidad de la proteína es alta, lo cual el intestino no hace falta absorver lentamente los nutrientes; por la cual los intestinos de los carnívoros son más cortos que el de los herbíboros.
Los humanos son igual a los herbíboros, nuestros intestinos son largos, miden alrededor de 8.5 metros, el intestino delgado curvado, la pared intestinal tiene arruga y no es lisa. Porque el intestino del humano es más largo que el intestino del carnívoro, entonces cuando se consume carne permanece largo tiempo allí, se descompone y produce veneno.
Las enfermedades como cáncer no se curan a través de la medicina, sólo se cura con la mejoría de la alimentación. Por eso, además del tabaco, no habrá alguna otra manera de producir daño a la salud.
La clave de la longevidad está en la alimentación, la clave de la alimentación está en el vegetal.
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