sábado, 6 de octubre de 2012

¿Almas? ¿Espíritus? ¿QUÉ?

               ¿Existe realmente las almas y espíritus en este mundo? Hay muchas teorías que tratan de este tema, entonces, se realizó un debate en cierto lugar.
        El primero, quien habló, era un doctor de astronomía, después de exponer varios testimonios de la ausencia de las almas y espíritus, dijo en voz alta: "Observé el universo a través del telescopio durante 20 años, pero nunca he visto a ningún espíritu, por eso no existe de ninguna manera". Luego el público le dio un aplauso tan fuerte como el trueno.
        El segundo, quien habló, era un doctor de medicina, después de exponer varios motivos de que el ser humano no posee espíritu ni alma, dijo otra vez: "He diseccionado más de cien cadáveres humanos, observando cada parte, y nunca he encontrado algún lugar donde esté el alma y espíritu. ¿En el corazón? ¿En el cerebro? ¿En la sangre? Luego de diseccionar varias veces, nunca lo he visto, por eso no existe el alma ni espíritu". También se escuchó muchos aplausos del público.
        La tercera, quien habló, fue una doctora en filosofía moral, ella dijo que la muerte humana es como la extinción de las luces, solución a todo muriendo, no existe el paraíso ni el infierno en absoluto, tampoco juicio de la vida eterna. He leído escrituras famosas sea occidentales u orientales, desde la antigüedad hasta la actualidad y no encuentro ningún registro sobre aquello. Luego de hablar, el público le dio un fuerte aplauso.
        Los tres doctores tenían una elocuencia dura y cortante, las cuales quedaron sin duda, cada uno tenía su motivo, también tenía sentido, no tenía casi ninguna falta. Entonces, luego de un largo rato, nadie los refutó. Cuando estaba por llegar la victoria de los tres doctores, una señora del interior, subió al escenario y le preguntó al primer doctor: "Observando el universo a través del telescopio durante 20 años, ¿has visto el viento? ¿Qué forma tiene?" "¿Cómo se puede ver el viento durante el telescopio?" "Hay o no viento en el mundo, no se puede ver durante el telescopio, pero no puedes decir que no hay viento. Si no se puede ver el viento, menos aún a Dios y espíritus." Luego de escuchar, el doctor se quedó sin palabras.
        
        En el instante, se dio la vuelta y le preguntó al segundo doctor: "¿Le amas a tu esposa?" "¡Sí la amo!" "Entonces préstame tu cuchillo, el cual utilizas para las disecciones, cortaré tu cuerpo para ver dónde está ese amor que tienes tú hacia tu esposa, ¿en el hígado? ¿En el estómago? ¿O en el intestino?"
        Cuando la señora se dio una vuelta y quiso hacer una pregunta a la doctora de filosofía moral, no pudo encontrarla, porque ya ha escapado.
        Mientras la señora le interrogaba al segundo doctor, ésta ya ha huido.
        Luego de decir eso, el público soltó una risotada y no creyeron más en las palabras de los 2 doctores.

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