Un miércoles,
nos fuimos de visita al hogar de ancianos, acompañados por dos profesoras.
Llevando donaciones para ellos, quienes necesitan. Pero no sólo
necesitan cosas materiales, sino también personas quienes puedan escucharlas.
Porque muchas personas, cuando envejecen, los parientes, sea hijos o hermanos,
le dejan de lado y se sienten solos. Estas personas sólo necesitan alguien quienes
escuchen la voz de su corazón, así sintiéndose mejor. Los ancianos, en esos hogares, necesitan mucho del cariño y amor de las personas, como por ejemplo, las enfermeras, los visitantes. Tal vez, algunas personas piensen que escucharles no será de ayuda para nada, pero en realidad, sí lo ayudas mucho cuando escuchas a las personas hablar sea 100 o 300 veces la historia de su vida... ¡Fighting!
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